¿Es realmente mala la televisión para los niños pequeños?

La obesidad infantil es un tema candente en este momento, y por una buena razón. Sin duda la televisión tiene algo que ver en todo esto, pero no es necesariamente que el acto sedentario de mirar televisión reduzca el tiempo que los niños pasan haciendo ejercicio, más bien es el marketing sobre alimentos que se encuentra en los anuncios comerciales.

Conseguir que un niño termine su cena es un desafío clásico para los padres, y la televisión puede hacer maravillas, lo que puede ayudar a explicar por qué el 53 % de los niños menores de 6 años comen durante la comida, merienda o cena mientras miran la televisión.

Ver televisión puede interferir con la capacidad de un niño para responder a señales de saciedad, lo que puede provocar que coma en exceso, y esto va unido a problemas de peso. La televisión tiene la propiedad de distraer a los niños y eso hace que coman más.

Los anuncios contribuyen a dietas menos saludables para los niños a corto plazo, además de presentar riesgos para la salud a largo plazo. La investigación demuestra que los anuncios publicitarios durante los programas para niños, generalmente son para alimentos que los padres no quieren que sus hijos coman en exceso, como bocadillos y dulces. Esta investigación también muestra que los niños tienden a solicitar los alimentos que ven anunciados.

Los anuncios comerciales no solo venden a nuestros hijos alimentos poco saludables y les hace a la idea de consumirlos, sino que la forma en que interrumpen la programación puede dificultar que los niños entiendan las historias que están viendo en ese momento. Esto se debe a que la parte del cerebro que retiene información a corto plazo no está bien desarrollada en los niños, por lo que después de ver un comercial o dos, es probable que los niños olviden el hilo de la historia que estaban viendo, y para cuando se reanude, lo verán como una historia completamente nueva.

Limitar el tiempo de pantalla a no más de dos horas diarias para niños mayores de 2 años, parece sencillo. Pero no siempre es tan fácil en la práctica..

Cuando apagar el televisor provoca un drama en casa, es fácil dejarlo encendido un programa más, y otro y otro. Pero poner un límite al tiempo de televisión es crucial. «Se trata de encontrar un equilibrio», dice Shelly Pasnik, directora del Centro para Niños y Tecnología, en la ciudad de Nueva York. «No quieres que mientras ven la televisión eclipse otras actividades, como las conversaciones durante el tiempo de juego u otros ejercicios «.

Pero, ¿qué pasa si tu hijo ni siquiera se da cuenta cuando la televisión está encendida?. Cuando los niños parecen no estar interesados ​​en la pantalla que parpadea detrás de ellos, cambia la forma en que juegan. En un estudio de niños de 1 a 3 años, los investigadores de la Universidad de Massachusetts descubrieron que la televisión de fondo acortaba los intervalos en que los niños jugaban con sus juguetes y hacía menos probable el juego imaginativo. Y los expertos advierten que hay razones para creer que ver constantemente la televisión puede interferir con el desarrollo del lenguaje de los niños pequeños.

Si quieres que tu hijo aprenda, elije programas que incorporen o se enfoquen en lo siguiente, dice Lisa Guernsey, autora de Into the Minds of Babes: Cómo el tiempo de pantalla afecta a los niños desde el nacimiento hasta los cinco años .

• Cuentacuentos.
• Participación, como pausas integradas en el programa durante las cuales los niños pueden responder a una pregunta.
• Rótulos o subtítulos, lo que significa que todo de lo que se está hablando está visualmente presente en la pantalla.
• Compromiso: que los personajes, ambientación, la idea en sí del programa sea interesante para los niños.
• Repetición y revisión.
• Contenido no violento.

Un apunte sobre la violencia: el sentido común dice que tu hijo de 2 años no está listo para una película de vampiros. Pero la violencia en pantalla puede colarse incluso en una película con clasificación G (para todas las edades) o en una producción de Disney. «Gran parte de la televisión de los niños muestra la violencia como algo gracioso, lo que hace que los padres crean que es inofensivo», dice el Dr. Christakis. «Un personaje de dibujos animados recibe un golpe en la cabeza con un martillo y su cabeza vuelve a levantarse. Pero eso no es lo que sucede en la vida real: es violencia sin consecuencias y es dañino porque los niños pequeños no distinguen la fantasía de la realidad «.

El ritmo también es importante, dicen los expertos. Debe evitar los cortes rápidos, ediciones rápidas o cualquier cosa que se mueva demasiado rápido para que su joven espectador pueda seguirlo.

La verdad es que, a menudo, el objetivo de la televisión es que mantiene a nuestros hijos ocupados mientras hacemos otra cosa. Usamos la televisión como una distracción más y no interactuamos con ellos.

Todos usamos «la niñera electrónica» ocasionalmente, y no hay nada criminal en esto. Pero los expertos han descubierto que aunque la televisión no disminuye el tiempo que los niños pasan leyendo o corriendo, sí reduce el tiempo dedicado a interactuar con los padres o sus cuidadores. Y tener tiempo para dedicar a las personas que los aman es esencial para el desarrollo de los niños en la primera infancia.

«La televisión puede interferir con la atención que los padres pueden brindarle al niño», dice Pasnik, «pero no tiene que ser así. Puede ser el comienzo de una historia». Resulta que el valor educativo de la televisión se dispara cuando los padres la ven con sus hijos, así que mira la televisión cuando puedas, agregando algo de contexto, describe lo que ves y pregunta por lo que está pensando tu hijo. «Cuanto más puedas hablar con ellos al respecto», agrega Pasnik, «más obtendrán de esta experiencia».

La televisión debe ocupar solo una pequeña parte del día de tu hijo. Que debe ser también rico con ejercicio físico, tiempo de lectura, juego no estructurado y mucho tiempo, especialmente contigo u otros seres queridos. Como en todos los demás asuntos, la moderación es un lema bastante bueno.